El Chopin Criollo

Por Julián SantaMaría

Durante un recital de piano en la sala Pleyel de París, Chopin y Berlioz, dos de los compositores más influyentes en la historia, se vieron sorprendidos por el talento del intérprete a quien no tardaron en felicitar. Se trataba de un estadounidense de tan solo 15 años, Louis Moreau Gottschalk. Berlioz se atrevería a bautizar al joven músico como ‘el poeta del piano’. A pesar de la inmensa influencia que la vida de este joven músico tendría sobre la música del siglo XIX y XX, pocos conocen su legado.

Siendo hijo de la diáspora haitiana, Louis Moreau Gottschalk nació el 8 de mayo de 1829 en Nueva Orleans, cuyos habitantes lo apodarían el ‘Chopin Criollo’. Aprendió a tocar el piano gracias a su institutriz y a su abuela. A los 11 años ya era un prodigio y tocó en la inauguración del hotel San Carlos de Nueva Orleans. Un año después partió hacia Europa para continuar con su formación musical donde perfeccionó sus habilidades de interpretación y composición.

De regreso a los Estados Unidos, su carrera despegó astronómicamente. Apreciado y escuchado hasta en los más recónditos pueblos del país, sus partituras empezaron a venderse muy bien y tuvo la oportunidad de hacer una gira acompañado por varios de los mejores cantantes italianos de la época, todos ellos aclamados por el mismísimo Verdi. Entre sus admiradores más celebres cabe destacar al presidente Lincoln que asistía con frecuencia a sus conciertos.

En esta época de su vida perteneció al grupo de bohemios que se citaban en el Pfaff’s Saloon en la quinta Avenida de Nueva York. En el grupo se encontraban algunos de los talentos literarios y artísticos más destacados de la época. Tal vez el más recordado fue Walt Whitman que conocía y respetaba al compositor.

Un retrato de Louis Moreau Gottschalk

Su talento iría más allá de replicar la tradición europea. Sus composiciones, matizadas por motivos de música folclórica y popular, tanto de Luisiana como del Caribe y Sudamérica, le permitieron seducir al público de todo el continente. Es así como su música, llena de inspiraciones afro-caribeñas, lo convirtió en un precursor del jazz y el ragtime, géneros que solo aparecerían 50 años más tarde.

Pero su ambición musical no se limitó a la composición sino también a sus interpretaciones. Sus giras por Latinoamérica eran todo un acontecimiento. En 1861 interpretó su sinfonía romántica ‘Una noche en el Trópico’, en la Habana, con una orquesta de 40 pianos. En 1865, después de 60 conciertos en el Perú, partió hacia Santiago de Chile donde dirigió una orquesta de 80 contrabajos, 80 instrumentos de viento y 45 tambores que fueron tomados de la banda del ejército chileno para la ocasión.

El 26 de noviembre de 1869, en el teatro Lírico Fluminense de Río de Janeiro, organizó su último y más ambicioso concierto con una orquesta de 650 músicos y 100 percusionistas. Estaba presupuestado que se hiciera un segundo concierto de igual envergadura algunos días más tarde, pero Gottshalk cayó enfermo y la aflicción lo postró en el hospital. Pocos días después, murió a los 40 años el 18 de diciembre de 1869 en Tijuca, a las afueras de Rio de Janeiro.

Su dedicación hacia la recopilación, reinterpretación y experimentación con la música popular quedó registrada en sus múltiples escritos. En ellos se evidencia su intención de divulgar y enseñar la riqueza musical de las naciones americanas que empezaban a definir su identidad nacional. En ‘Notas de un pianista’ (1881), plasmó sus estudios y reflexiones musicales desde 1857 hasta 1868, durante sus peregrinaciones en Estados Unidos, Cuba, Puerto Rico, Panamá y diferentes países de Suramérica. En él, también se incluyen sus experiencias en una revolución en el Perú, las guerras en el Chaco paraguayo y varias anotaciones sobre la vida política y cultural que se formaba en las recientemente independientes repúblicas latinoamericanas.

La vida de Gottschalk es la de un genio que supo entender las expresiones culturales de su época, a la vez que se dio la oportunidad de innovar artísticamente y dejar un profundo legado en la música del continente americano.